I. BAILETE COMO OBRA DRAMÁTICA CORTA Mu-chas veces se ha intentado caracterizar al bailete como un baile dramático de menor duración, pero aunque realmente es más corto, no es ésta la única diferencia que lo separa de aquél. El argumento de los bailetes presenta variantes con respecto al de los bailes dramáticos, ya que se aleja de las características populares de éstos para tomar un tono cortesano; se aparta del realismo para acercarse a lo abstracto y lo alegórico, donde por lo general no hay desarrollo de acción dramática. Sus personajes tampoco responden al común de los tipos que presentan los bailes dramáticos; son personajes aristocráticos que cantan a la monarquía o temas como el amor desdichado. En cuanto a su forma poética, se aparta de la tradicional del romance, que es en general a la que responde la mayoría de los bailes dramáticos, presentando una mayor libertad métrica, pasando a tener más importancia el ritmo que se crea, ya que su fin era el de ser danzado. Las acotaciones coreográficas en el texto son bastante más precisas que en otros géneros menores, ya que se indica cantidad de personas que deben participar, lugar del escenario por donde deben entrar o salir, tipo de mudanzas a ejecutar o referencias concretas a un tipo de danza en particular. La introducción de danzas de tipo aristocrático marca también otra diferencia con los entremeses del teatro español: se hacen claras referencias al balletto italiano o se introducen géneros de danza claramente aristocráticos como la courante. Otra diferencia con el baile dramático la marca la ubicación que el bailete tiene en el contexto general de la comedia. En ocasiones no ocupan el lugar tradicional del baile entre la segunda y la tercera jornada, sino que funcionan como fin de fiesta, pasando a ser el cierre de la obra.